jueves, 19 de noviembre de 2009

El mejor consejo

El mejor consejo que recibí cuando mi bebé acababa de nacer fue: báñalo todos los días a la misma hora.

Parece muy simple, pero es fundamental.

Cuando el bebé nace duerme mucho y no puede diferenciar muy claramente la noche del día, idealmente un bebé será amantado a libre demanda (otro día me extiendo en este asunto, básicamente se trata de darle tanto y cuando pida el pecho y sólo leche materna y hay importantísimas razones de salud en muchos niveles para practicar este método, por llamarle así a lo que en realidad es lo natural y debería ser la norma del niño sano, en fin), así que, aunque al principio parezca que hay mucho desorden, poco a poco se irán notando claramente los patrones del niño y la mejor manera de propiciar que esos patrones naturales de sueño, descanso, actividad, alimentación, se muestren, es darle la mayor estructura posible a un niño, hacer que su vida sea lo más ordenada.

Esto puede resultar muy dificil, para los adultos, aún cuando todavía se esta asimilando el rol de padres;  es posible que si la experiencia de embarazo parto y establecimiento de la lactancia fue agradable para la madre será más fácil para ella que para el padre, pero aún así suele haber una cierta rebeldía (así la llamaría yo) que no permite asumir completamente la nueva situación, y es que también hay un duelo muy grande, el duelo de dejar de ser adolescente, de ser joven, de ser libres.

Me parece que no solía ser tan fuerte en épcas anteriores donde la presión social estaba mucho más enfocada hacia casarse, procrear hijos y establecerse, pero hoy hay una gran energía dedicada en los medios y las ciuadades hacia extender la adolescencia lo más posbile, empezar desde la infancia con una sexualización de las maneras de vestir, de las relaciones ente los géneros, y continuar eternemente la fiesta, pero en general esto no está muy relacionado con satisfacción personal sino más bien con placeres superfluos, pasajeros y vacíos, pero principalmente adictivos, que son los que  mueven los grandes intereses económicos.

Y todo esto junto con el desarrollo profesional femenino, que es etendido de una manera medio torcida, según yo, y sigue restando cada día valor a la dificil tarea de administrar un hogar, mantenerlo limpio, criar a lo niños y preparar alimentos caseros para todos los miembros de la famlia, esas se entienden como labores inferiores que debe realizar una persona suficientemente pobre y con un bajo nivel educativo que no tiene de otra que aceptar un trabajo muy demandante (que conlleva humillaciones frecuentes y ninguna prestación de ley) por una paga injusta, en la gran mayoría de los casos. Mientras la mujer de la familia deberá estar desarrollándose en aquellos campos que hace cien años le eran prohibidos y mostrar cómo lo puede hacer igual o mejor que los hombres, mientras que las actividades tradicionalmente femeninas siguen despreciándose pero, a la vez, son la base para que todos se puedan desarrollar en el trabajo y en la producción de dinero aunque sacrificando su salud en el camino.

Pero volvamos al bebé, el baño diario con una misma rutina y a la misma hora le muestra que hay un ciclo, que luego podrá entender como día y le da seguridad porque sabe qué esperar, además seguramente será el centro de atención en ese momento mientras recibe los mimos de mamá, papá o ambos (o quien lo cuide) y si éste viene seguido de la hora de dormir también favorece mejores patrones de sueño y buenos hábitos para la hora de dormir para el resto de la vida, evitando futuras batallas a la hora de dormir, niños de que duermen muy tarde, que se despiertan cansados para ir a la escuela y tienen un mal desempeño.

Las rutinas y el orden en los horarios (además de la congruencia entre lo que dicen y hacen lo padres) ayuda a un bebé a ser ordenado y a estar tranquilo y aunque pueda ser dificil en principio para los padres, se convertirá también en una fuente de calma y paz mental, cuando sépan también ellos, qué esperar de sus propios hijos, a qué hora suelen dormir y despertar y saber que después de cierta hora (de preferencia nunca después de las ocho para niños que asisten a la escuela) ya hay tiempo para lo que se necesite hacer en la casa, en la pareja, etc.

Y ayudará a los padres a comunicarse mejor con sus hijos y saber cuando los necesitan más, sin métodos agresivos o coercitivos como el muy famoso Método Estivil.

sábado, 17 de octubre de 2009

Clases de estimulación musical para bebés

Hoy quiero recomendarles las clases de estimulación musical que imparte el maestro José Omar Barroso Rincón (de los Hermanos Rincón), porque los niños aprenden, pero además son muy felices y también sus papás.
Clase de Música
Si no viven el ciudad de México pueden comprar los discos que José Omar compiló acá, así como algunos de los Hermanos Rincón y de otros artistas no comerciales que hacen música infantil.
Piratas
Y si les interesa pueden entrar en contacto con él al teléfono 5554 9142, 04455 1844 1452 o a la dirección electrónica musicaparacrecer@yahoo.com.mx

martes, 29 de septiembre de 2009




Se me fué de largo la Semana internacional de la crianza en brazos, hay tanto que compartir sobre el tema.
¿Ustedes cargan a sus bebés o hijos? ¿Qué cuentan al respecto?

Por otro lado les comparto esta página que encontré con cuentos para niños hechos para radio, los pueden descargar y escuchar en la obscuridad antes de dormir, en el auto en un viaje, en una espera aburrida.





http://www.radioteca.net/rtk_audios.php?id=12

domingo, 9 de agosto de 2009

Amor incondicional

Cuando nos volvemos madres nos sentimos más vulnerables, y es antes sólo era yo y ahora este pequeño precioso depende de mí para sobrevivir, y es tan frágil...
Yo creo que eso es lo que esta detrás (o al menos ee parte) del me quedo con mi marido por mis hijos, aunque desde fuera parezca tan absurdo y tonto, se necesita un equipo para prevenir accidentes, y si sólo hay un adulto un no puede estar tranquilo, porque si me caigo muerta de pronto ¿qué va a ser de mi hijo?, por mucho que nos repitan a las solteras la tragedia de que si morimos de manera repentina no encuentres sólo cuando el nuestro cuerpo se empiece a descomponer, eso es una nimiedad, a lo más que se le puede tener miedo es al dolor físico de una muerte lenta e inmobilizante; pero con un hijo todo cambia. Y espor eso que necesitamos aferrarnos a aquello que nos de seguridad, aunque sea a medias, especialmente cuando sabes que no tienes nadie más con quien contar.
Y no es que yo sea una perita en dulce, a veces, pero otras veces no, pero yo necesito eso: amor incondicional, saber que si se requiere en algún momento hay una red de apoyo, no importa si yo me comporté mal o soy puesdo ser una desgraciada; pero vivir sin saber es espantoso y torturante.
Por eso, creo yo, podemos aceptar lo que sea, malos tratos, humillaciones, indiferencia, pero si a cambio recibimos algo de seguridad que le de nuestros hijos atención oportuna lo aceptamos, seguro que hay las de la historia feliz con el marido maravilloso, yo no soy esa.
Y como madre me parece que ese es mi trabajo, dar amor incondicional, yo quiero a mi hijo y estaré de su lado y le creeré a él siempre, no importa lo que pase, es lo que me sale, pero además me parece que eso es lo que se supone hagamos los padres, pero si no sentimos eso de los propios, podemos sentirnoa bastante acorraladas, como yo.

miércoles, 15 de julio de 2009

Otros mundos

-No lo entiendes porque no tienes hijos.
Afirmación repetida.
Pero los que tenemos hijos lo pensamos a menudo.
La vida se complica al extremo, porque hay que atender necesidades que no esperan y que son básicas, no sólo de alimentación y abrigo, sino de afecto. Yo se que no está bien cuando le digo a mi hijo "no puedo, tengo que trabajar" y veo su carita triste y se lleva el cuento que quería que le leyera. Y escucho y escucho, está bien, se tiene que acostumbrar, tú tienes que hacer tus cosas, él tiene que entender y más y más por el estilo; y él si entiende, pero no me parece que esté bien, necesita esa atención, de eso trata tener un hijo -según yo- y algo se rompe cuando perdemos esa oportunidad de compartir.
Es algo similar a enojarse mucho cuando sacan la tierra de la maceta y la tiran por todo el piso (o cualquiera equivalente), me enojo (aunque lo disimule) y le digo no se hace y tal, pero al mismo tiempo pienso que es parte de su aprendizaje (apenas cumplió 3), y que si no viviérmos en un departamento y en un ritmo tan acelerado a mí ni me importaría y hasta sería una oportunidad para aprender, explorar y jugar.
Brincar en el charco
Y cuando veo los blogs de otras mamás y leo sobre unscholing o homesocholing (enseñanza en casa, es decir que los niños NO van a la escuela, son educados por su padres) me siento tan alentada y convencida de que existen otros mundos y maneras de vivir y que nosotros podemos tener acceso a ellas, sólo tenemos que construirlas, pero el ambiente es hostil, las madres somos acusadas de sobreprotectoras, amedrentadoras y mucho más, debería resbalarnos, pero como que no es fácil, no puedo ni pensar con claridad entre tanta violencia, y es que no puedo ni llegar a la esquina de mi casa sin enojarme, la calle huele a caño, el puesto de tacos ocupa el 90% de la banqueta y es imposinle cruzar porque en ningún momento del semáforo dejan de pasar los coches.
No quiero convertir este nuevo espacio en muro de las lamentaciones, espero más bien ser comprendida, conectar con otras (y quizá otros), así que si no tienes nada alentador que decir, mejor no digas nada.

martes, 14 de abril de 2009

Mamá en lunes

Yo no soy necesariemente una mamá de lunes, más bien una de viernes o domingo en la mañana, pero a todas nos toca ser finalmente mamá de lunes, de apuro, de escuela, de desayunos, de bancos abiertos de nuevo, de hacer el mandado.
Así que a eso está dedicado este blog, a temas de maternidad, de bebés, de familia, y aquí estaré pasando asistencia cada lunes, espero te guste este lugar, nos visites y comentes, para que todos aprendamos más.